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Info 16 (Agosto)
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Nº 16 - Agosto 1993 |
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Noticia de la peregrinación a CompostelaXosé Ramón Fandiño
L a tradición jacobea da cuenta del martirio sufri- do por Santiago el Zebe-deo, el Hijo del Trueno, por orden de Herodes Agripa en el año 45 de nuestra era en su Judea natal, y de como sus discípulos trasladaron los restos del Apóstol por mar, desde el puerto de Jaffa hasta las costas gallegas, concretamente hasta Iria Flavia, en una singladura de siete días. Ya desembarcados, después de superar muchas dificultades, consiguieron que la reina Lupa, señora del Castro Lu-pario, les diese un carro y u-nos bueyes y permiso para enterrar el cuerpo de Santiago en el lugar en el que los bueyes se detuviesen. Los animales eligieron un despoblado, no lejano de Iria Flavia, que pasó a ser conocido por Libre-dón o Arca Marmórica y que es el origen del emplazamiento de la ciudad de Santiago de Compostela.
Con el paso de los años se olvidó la tradición y ya nadie se acordaba del lugar del enterramiento del discípulo de Cristo. Pero en el año 812, un ermitaño llamado Pelagio, estando en oración y ayuno en el bosque del Libredón cre-yó ver unas enigmáticas luminarias. Fuertemente impresionado, Pelagio avisó a Teo-domiro, obispo de Iria, que se trasladó inmediatamente al lugar de los hechos, en donde hallaron un sepulcro marmóreo de época romana. Teo-domiro, en concordancia con Alfonso II el Casto, reinante en Asturias y León, anunció el hallazgo al papa León III, que concedió validez a la revelación divina por la que Teo-domiro aseguraba que los restos aparecidos en el Libredón eran los de Santiago Apóstol y los de sus discípulos Atanasio y Teodoro.
Este sensacional descubrimiento se propagó por toda la cristiandad y una serie de diplomas de Alfonso III permiten constatar la rápida organización del culto al Apóstol en el propio siglo IX. Lo que los historiadores denominan "in-vención" del sepulcro del A-póstol, además de favorecer la idea de la Reconquista y las incursiones cristianas contra los musulmanes, influyó en el establecimiento de lazos entre los pueblos europeos y en el fortalecimiento de la idea de Carlomagno de dotar a Eu-ropa de una conciencia de unidad espiritual. El peregri-naje estuvo en vigor durante toda la Edad Media y por el Camino de Santiago circularon y se pusieron en contacto nuevas ideas, corrientes artísticas, la lírica proven- zal, mística religiosa, etc., etc.. Aunque los registros de los hospitales siguen documentando el movimiento de peregrinos, el s. XVI ofrece los primeros síntomas de crisis de la peregrinación que se acentúan en el XVII y XVIII. A finales del s. XIX se reactivó el fenómeno de la peregrinación, pues en 1879, por iniciativa del cardenal Miguel Payá, se realizaron unas excavaciones que consiguieron localizar de nuevo el sarcófago con el cuerpo del Apóstol, que el arzobispo Juan de Sanclemente Tor-quemada escondiera en un lugar secreto en el s. XVI para protegerlo de la invasión del pirata inglés Drake, y que fue declarado auténtico de forma solemne por el papa León XIII en la bula Deus omnipotens, en 1888.
Los itinerarios seguidos por los peregrinos medievales a Compostela variaban según las circunstancias históricas y las necesidades de cada viajero. Se habla del Camino de Fonsagrada, del Camino del Norte, del Camino Inglés, del Camino de mar de Arousa, del Camino Portu-gués y de la Vía de la Plata, pero el más importante es el llamado Camino Francés, pues en él se insertaban el Alemán y el Italiano. Aun así, el Francés tenía cuatro vías que confluían y siguen confluyendo en Roncesvalles, lo-calidad de claras resonan-cias carolingias, ligada a Santiago a través de Pam-plona, Puente la Reina, donde se unía el ramal aragonés iniciado en el paso de Somport, Logroño, Santo Domingo de la Calzada, Burgos Frómista, Sahagún, León, Astorga, Villafranca del Bierzo, O Cebreiro, Porto-marín, Palas de Rei, Melide, Arzúa, Labacolla y Monte do Gozo.
El itinerario del Camino de Santiago, o Camino Francés, queda totalmente definidoen el siglo XII, cuando aparece el Liber Sancti Jacobi o Códice Calixtino, la más importante obra de la literatura jacobea, escrita por el clérigo francés Aymeric Picaud. El capítulo V recoge la llamada Guía del peregrino, fuente de gran valor para todo tipo de noticias relacionadas con el peregrinaje y con los caminos a seguir.
El actual año de 1993, que es Año Santo Compostelano porque el día 25 de julio, festividad de Santiago, cae en domingo, son muchos los peregrinos que por motivaciones religiosas, deportivas, turísticas...se desplazan a Santiago de Compostela. Los que siguen el camino tradicional encuentran albergues en donde antes había hospitales e iglesias, la mayoría llevan mochila o coche de apoyo en vez de escarcela, bordón, concha y esclavina, pero todos regresarán plenos de vivencias inolvidables, como la que le ocurrió a Germain Nouveau, de quien nos dice don Alvaro Cunqueiro que en Triacastela, en la cocina de tierra con tres bancos en torno a la lumbre de la casa en la que le dieron albergue, recitó sus poemas. Los recitó en francés, que era su lengua, y los que allí estaban entendieron todo porque en opinión del tal Germain Nouveau, el Camino de San-tiago tiene el don de lenguas. Cunqueiro no estaba muy de acuerdo y se inclinaba por creer que se trataba de un milagro en el Camino del Señor Santiago Central amplificadora toda banda telealimentadaRef. 5309 |
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